Vampiros, fantasmas, demonios y criaturas elementales que interfieren en nuestros asuntos... así es el espeluznante mundo oscuro que sale a la luz en las narraciones cultistas de la Maestra Blavatsky, ante las cuales, como señala Roso de Luna en el prólogo palidecen las mayores concepciones del fantástico Hoffmann, las más densas tenebrosidades de Edgar Poe en el delirium tremens de sus astrales embriagueces, los casos más extraños e inexplicables...". En estas páginas se dan la mano el crimen, el prodigio, el absurdo real, el misterio desconcertante, entre serias doctrinas científicas y finos juegos de arte narrativo. Pero lo más inquietante de estas narraciones es el fondo de veracidad de donde surgen: nos hallamos en el otro extremo del realismo mágico, en el terreno de lo mágico real, ante unos cuentos en apariencia fantasiosos que recogen realidades sobrenaturales y verdades transcendentales. Así lo señala su comentarista, el gran teósofo Roso de Luna, al recordar que Blavatsky "más parece un personaje efectivo de algunas de sus narraciones, que mera cuentista de algo que soñar pudiere en los delirios de una desbordada imaginación. Sin haber vivido ciertas cosas de las allí narradas, no se concibe... ese colorido cárdeno, lívido, clorótico, grisáceo, astral, superhumano".
